La divulgación en el proyecto
<<(...) en relación con su difusión, recordar dos aspectos básicos, inherentes a cualquier proyecto: de un lado, la pretensión de mantener informados a los miembros de la comunidad educativa a través de los cauces ordinarios, incluido el colectivo de padres a través de la AMPA; de otro, se buscará, como viene siendo habitual, la difusión de la evolución del proyecto en sí junto a los productos finales en prensa, medios locales, plataformas educativas y de comunicación social (La Opinión, Educarm, web del centro, redes sociales…) con estos objetivos claros: darle una dimensión general que supere el recinto escolar para generar interés entre sus convecinos y aportar relevancia a cuanto suponga implicación de los alumnos, esfuerzo y vínculos respetuosos de estos con el medio ambiente y las consecuencias de nuestros actos irresponsables en su conservación. Difusión que viene a ampliar aquella otra que forma parte de las propuestas didácticas recogidas en el documento oficial aprobado (en blog, power point, cartel, lapbook, póster, vídeo, etc.).>> (Documento de proyecto de centro. Emilia Morote Peñalver)
Un título para un proyecto educativo
la huella ecológica e irónica del hombre
<<Desde el título se lleva a los implicados a un avatar educativo interdisciplinar por la sostenibilidad, lo que implica una invitación a contemplar la imaginación como la acción de ver hacia el futuro (crear ciencia); a acudir a la cooperación (ya la OCDE definía la competencia básica como llevarse bien); a la multiplicidad de voces (perspectivismo), que genera democracia; a la huida de lo perfecto (sinónimo de acabado, “muerto”) para buscar lo perfectible con traqueteos a la imaginación musical, icónica y lingüística para promover una visión del mundo no mecanicista, donde la naturaleza no es algo inerte, vertedero de nuestros desechos, y fomentar valores de solidaridad, justicia, igualdad y tolerancia; a asumir nuestra responsabilidad desde la sensibilización con respuestas culturales que, con tiempo, impliquen transformación, cambio. Y, en definitiva, a mirar al futuro sin perder las raíces (que también es innovación) en un presente que nos preocupa, ya “marcado” con nuestra “huella”, lleno de arrogancia, explotación, avaricia, deshumanización, para persuadirnos de que el daño al planeta es un daño a la humanidad y no es fruto del azar, sino de nuestros propios actos convertidos en potenciales amenazas y estilos de vida que se alejan de las necesidades básicas y requieren de una educación que forme en la responsabilidad y la capacidad crítica para la prevención ante el engaño de mensajes publicitarios que funden ser con tener.>> (Proyecto <<La huella...>>).